lunes, 19 de agosto de 2013

EL VALOR DE LA TOLERANCIA

Respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás Cuando son diferentes o contrarias a las propias. El servicio público comporta un alto nivel de paciencia, comprensión y Transigencia con los seres humanos.


LA TOLERANCIA

TOLERANCIA. (Del latín tolerantia.) f. Acción y efecto de tolerar. 2. Respeto o consideración hacia las opiniones o prácticas de los demás, aunque sean diferentes de las nuestras.
Tomado de Diccionario de la Lengua Española.
Real Academia Española.


LA TOLERANCIA:

La tolerancia es la expresión más clara del respeto por los demás, y como tal es un valor fundamental para la convivencia pacífica entre las personas. Tiene que ver con el reconocimiento de los otros como seres humanos, con derecho a ser aceptados en su individualidad y su diferencia. El que es tolerante sabe que si alguien es de una raza distinta de la suya o proviene de otro país, otra cultura, otra clase social, o piensa distinto de él, no por ello es su rival o su enemigo.

Cuando se presentan conflictos, las personas tolerantes no acuden a la violencia para solucionarlos, porque saben que la violencia sólo engendra más violencia. Prefieren dialogar con sus oponentes y buscar puntos de acuerdo. Sin embargo, debemos ser tolerantes pero no pasivos. Hay situaciones frente a las cuales nuestro deber, lejos de quedarnos callados, es protestar con energía.

Para ser tolerantes...
• Pongámonos en el lugar de los otros para tratar de entender sus problemas y su manera de actuar.
• Escuchemos sin interrumpir y demos a los demás la oportunidad de expresarse.
• Veamos en la diversidad de razas y culturas una señal de la riqueza y amplitud del mundo, en lugar de motivos de desconfianza.

LA INTOLERANCIA…

Las personas intolerantes, caracterizadas por querer imponer su voluntad a toda costa, ignoran por completo a los demás y reaccionan con agresividad y violencia frente a quienes se les oponen. Este modo de ser es el causante de la mayoría de las guerras que han sembrado la muerte y la destrucción en países y continentes enteros. Las guerras religiosas que enfrentaron a católicos y protestantes a finales de la Edad Media en Europa, el exterminio de los judíos por parte de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y más recientemente, el de los croatas por parte de los serbios en la antigua Yugoeslavia, son algunos de los muchos ejemplos de los crímenes a que puede llevar la intolerancia religiosa, étnica o política.


La intolerancia se manifiesta en la discriminación a la que unos seres humanos someten a otros por considerarlos distintos, inferiores o como una amenaza contra el orden establecido

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